26 de junio de 2008

CONSULTORIO DE ESTELLE PARA JÓVENES DISFÁGICOS II

Bienvenidos de nuevo a esta sección jóvenes disfágicos. Antes de empezar,  gracias por vuestra colaboración y vuestro coraje por ser los primeros en hablar. Le hace a una sentirse apreciada. Y sin más dilación ni sentimentalismos viejunos voy a responder a vuestras preguntas.
El primero es el anónimo. Querido, si trabajas en algo artístico y no quieres entrar en detalles, será que los detalles deben ser de unas magnitudes considerables... Pero bueno, centrémonos en el problema. No te preocupes por las pajas y perder el tiempo ni mucho menos por internet. Lo que tienes que hacer es putearte, hacer cosas que odies como: planchar, aprenderte de memoria la lista de cerrajeros de Taipei, visitar a tus familiares más pesados, comer todo tipo de insectos y alimentos en pésimas condiciones... Por sugerir algo. Si sigues esta dieta de autocastigo aprenderás a disfrutar de las pequeñeces de la vida y al mismo tiempo rebasarás tus propios límites. Hale, héchale narices.
A ver Ariadna, no me seas zolocha. Lo que a uno le gusta y lo que da de comer no coincide nunca. Es un falso mito. Cuando trabajas en algo que te gusta, deja de gustarte porque cuando gustas disgustas, y cuando te gusta, te gusta porque no lo estás gustando. Así que mejor conformarse con gustar cuando estás gustando e ir descubriendo nuevos gustos.
Vamos a ver Martin H. qué pregunta más absurda, es de cajón que el ser por el que se pregunta no se masturba, se masturban los que piensan en él porque son corruptibles. Ay,filosofillo mamacallos, que cosas tienes.
Y ya para acabar, Mireia, hay que ser tontucia para desconfiar de la gente. Está claro que siempre hay intereses y malas intenciones, pero hay que arrojarse para aprender a vivir y ver en quién confiar. Por muchas teorías que podamos idear, no hay más experiencia que la del mamporro. Así que deja mamporrearte, con precaución y moderación. Si no siempre puedes recordar la célebre frase de mi hermana: puede que no tenga un amor pero siempre me quedará el amor propio.

Y hasta aquí la sección. Ya sabéis que podéis hacer con mis respuestas lo que os de la gana, tomar ejemplo o buscar un pricoterapeuta especializado que os suelte el discursillo ortodoxo. Ya sabéis donde encontrarme y donde dejar las preguntas.  Y ahora voy a comerme esta uva que ya está muy manoseada y si no se convertirá en pasa.
Gracias y hasta pronto disfágicos.

25 de junio de 2008

José Tomás o Héctor ensangrentado

Si los defensores de los animales convierten una figura retórica (prosopopeya) en un principio ético que les sirve de estandarte, José Tomás representa la fuerza de la poética visual y vital, dejando sin palabras, despojados y silenciados a poetas de todos los tiempos. No ha nacido toro que pueda con Tomás, como tampoco hay palabra, metáfora o poética que llegue a despeinarle. El de Galapagar no sólo es maestro en el arte de la lidia, sino una figura que se planta en el límite del coraje y la sinrazón. Tomás torea en la línea divisoria de lo ético y de lo loco, habita los resquicios entre vida y muerte, se clava a pies juntillas delante del tren de la muerte, lo templa con verónicas de lujo y traspasa la frontera del afuera con un quite por gaoneras. José Tomás pisa donde nadie ha pisado, no rectifica ni titubea, obliga a torear arrimándose al toro, alejándose de la vida y encarando la muerte, a lamer la sangre del toro en cada estocada y si no hay suerte a morder la arena. Tomás no busca la muerte sino que pretende la perfección,
 y en ese empeño puede cruzarse la muerte. Ese es el ejemplo brillante a sacar de su toreo: la vida es persecución de perfección y superación, una vida sin arrojarse al límite no es vida. El desafío de Tomás es máximo y contra todos: toros, taurinos, antitaurinos, criadores y escépticos. Una figura transgresora que rasga y tienta nuestros principios éticos, merece todos mis halagos. ¡Olé torero!

13 de junio de 2008

palabrasconceptosconceptospalabras

Empezando por el contenido proposicional el plano de inmanencia la deconstrucción los falsarios y los indecidibles la falibilidad -que no falobilidad-  y la intensionalidad  las alucinaciones y el genio maligno procesos sucesos estados genealogías y arqueologías sustantivaciones y sustantividad ontología empirismo realistas por representación cerebros en probetas tigres robots robots tigres cubos azules sillas de cuero intersubjetividad  irreductabilidades e incorregibilidades creencias y juicios significaciones primarias y secundarias palabras-ideas ideas-sucesos conductas observables en condiciones observables listas símbolos definiciones tiempos aión cortes epistémicos huellas rastros fuerzas ilocutivas proferencias constatativas proferencias realizativas dogmas errores estupideces campo trascendental y terminando en archiliteratura fármacon voz simulacros neutralizaciones y diseminaciones. Si habéis tenido los santos cojones de leer hasta aquí, podréis comprender una infinitésima parte del centrifugado cerebral por el que estoy pasando estos días. Por lo menos me queda el consuelo de haber reventado el corrector, hay tantas palabras desconocidas que ha decidido dejar mi texto por imposible. En días como estos me alegro de enarbolar la bandera de la disfagia existencial. ¡Estelle, te necesito!